Un viaje a través del tiempo y la fe entre tambores, clarines y pólvora . Crevillent cerró este domingo sus desfiles de Moros y Cristianos con una Entrada del bando de la cruz legendaria después de que Beduinos luciera el sábado todo el trabajo para rendir tributo a la villa. Esta vez Dragones de San Jorge , que ostenta la capitanía cristiana , tenía la gran responsabilidad de poner el broche con un boato de peso con más de 1.300 participantes —entre festeros, bailarines, actores y músicos de una decena de bandas— que recrearon a lo largo de más de cuatro horas de recorrido un relato que combinó historia, mito y devoción.

Con “Gloria a Crevillent” la comparsa narró a través de un auténtico espectáculo una simbólica reconquista local, su redención espiritual y el renacer de l

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