La rutina en el baño cambió para siempre. Los esos inodoros inteligentes que limpian con chorros de agua, secan y hasta levantan la tapa solos , llegaron para quedarse y dejan al papel higiénico en el pasado.
Esta tecnología, que nació en Japón y se expandió por todo el mundo, ofrece una limpieza mucho más profunda y suave para la piel. El agua reemplaza al papel, cuida zonas sensibles y reduce el riesgo de irritaciones , algo clave para quienes sufren molestias o buscan un plus de higiene.
Pero no es solo cuestión de comodidad. El impacto ecológico es enorme: menos papel significa menos residuos y menos riesgo de tapar el inodoro. Además, a largo plazo, el ahorro económico es notable, ya que se reduce el consumo de rollos y productos descartables.
Por qué cada vez