La goleada tremenda, histórica, que sufrió Newell's contra Boca por 5 a 0, es fin de ciclo. Más allá de que Cristian Fabbiani continúe al frente del equipo y el propio entrenador diga que tiene fuerzas y que seguirá. Lo concreto es que resulta imposible ocultar la realidad.
El equipo rojinegro no tiene respuestas anímicas y futbolísticas para frenar semejante caída libre y lo sucedido en la Bombonera lo reflejó con crudeza. De la peor manera. Mansillando la prestigiosa historia rojinegra, en un estadio donde alguna vez fue merecedor de elogios y envidia de muchos, por la vuelta olímpica que dio allí en 1991.
La caótica situación de Newell’s lo expone a ser vapuleado y aplastado por cualquiera. Si la fecha pasada lo empató por casualidad y en la agonía del partido contra Estudiantes e