El sur de Florida tiene una ubicación estratégica para la lucha de Estados Unidos contra el crimen transnacional. Es considerada la principal puerta de entrada a Latinoamérica y una zona caliente para combatir el tráfico de drogas; el contrabando de personas, efectivo y armas; y la migración irregular.
Entre el cúmulo de agencias y oficinas del gobierno involucradas en el radical plan de seguridad nacional que impulsa el presidente Donald Trump, los laboratorios que usa la ciencia forense ante el narcotráfico ocupan un papel cada vez más importante.
En el Laboratorio Suroeste de la Agencia de Control de Drogas (DEA) estadounidense , en la ciudad de Miami, los científicos trabajan para detectar nuevos componentes y el nivel de pureza de la droga que llega a su base. El acceso está restrin