La pandemia de COVID-19 dejó huellas visibles en todo el mundo, pero también consecuencias menos evidentes que continúan impactando a millones de personas. Una de ellas es la pérdida parcial o total del sentido del olfato, conocida como hiposmia, que según una reciente investigación respaldada por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), podría estar afectando a un número mucho mayor de lo que se pensaba.
El estudio, liderado por la iniciativa RECOVER y coordinado por la escuela de medicina NYU Langone Health, evaluó a más de 3.500 adultos en diferentes estados del país. Los hallazgos son contundentes: el 80% de quienes reportaron cambios en su capacidad olfativa tras haber contraído COVID-19 obtuvieron resultados bajos en pruebas clínicas, incluso dos años después de l