La pifia más absurda fue que se invitó a un grupo de reporteros para dar fe de la jornada y éste terminó siendo víctima de robo en pleno Malecón de Altata, contrastando con todo el ofrecimiento de condiciones seguras para hacer el viaje y pasar una jornada tranquila.
Muy poco duró la esperanza de que el evento “Vámonos pa’ Altata”: en el puerto navolatense haya resultado como esperaban para reactivar la economía.
De hecho, el tema más ingrato, el de la inseguridad, les cobró factura apenas terminó la jornada, cuando se reportó el despojo de un vehículo a los integrantes de una familia en las inmediaciones de San Pedro, sindicatura de Navolato.
La parte lapidaria del reporte es donde señala que las víctimas señalaron que regresaban del evento de Altata cuando fueron interceptados por per