El gobierno del presidente Donald J. Trump calificó a Chicago y Portland como "zonas de guerra" el domingo y así autorizar el despliegue de soldados en contra de la administración demócrata del estado y pese a dos decisiones de una jueza federal.
Los alcaldes de ambas ciudadades, gobernadas por la extrema izquierda, han permitido y estimulado los ataques contra ICE y las autoridades policiales, el mismo escenario que en 2020 bajo el primer mandato de Trump.
El objetivo: desestabilizar el gobierno del presidente Trump y ocuparlo en estos asuntos de extrema violencia para entorpecer sus éxitos en su gestión presidencial.
Despliegue de la Guardia Nacional
Trump autorizó el sábado el despliegue de 300 soldados de la Guardia Nacional en Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados