En medio del cierre del Gobierno, un pasillo en una corte migratoria no ha cesado de funcionar como escenario del miedo y la presión en el marco de la ofensiva de la administración de Trump, que busca acelerar cada vez más las deportaciones.
Se trata del 26 Federal Plaza, en el bajo Manhattan, que alberga una de las pocas cortes de inmigración públicas del país.
Allí, ciudadanos, periodistas y decenas de agentes de ICE armados y enmascarados se concentran entre sus muros grises y pasillos estrechos, mientras que inmigrantes y sus familias esperan con ansias conocer su destino. Un destino que, cada vez con más frecuencia, termina con su detención.
Mientras que Washington sigue prácticamente paralizada por el cierre del Gobierno, la aplicación de las leyes de inmigración es la gran excepc