Esta semana recibí un regalo particularmente valioso; un familiar querido me trajo de España un ejemplar de La península de las casas vacías, de David Ucles. Este es, quizás, el texto más popular en la actualidad alrededor de todo el mundo hispanohablante.
No me propongo en esta columna hablar de la novela en sí, porque no he tenido tiempo de aventurarme en sus más de 700 páginas —primero tengo que acabar un par de lecturas pendientes—, pero sí de todo lo que he podido apreciar desde afuera y de la importancia de los mecanismos que llevan a un buen libro a convertirse en un éxito de ventas.
A día de hoy, la literatura no está de moda en Venezuela. De eso estoy seguro. En el imaginario colectivo flotan a la deriva algunos títulos que gran parte de la sociedad tiene por imprescindibles, pe