La ciencia ya ha demostrado que los microplásticos se encuentran en prácticamente todos los órganos de nuestro cuerpo, desde el cerebro hasta los pulmones, pasando por el torrente sanguíneo y las células reproductoras como los óvulos y el semen. Pero lo que no han logrado aún aclarar los expertos es su efecto sobre nuestra salud a corto, medio y largo plazo . Un equipo austriaco de investigadores ha llevado a cabo un estudio experimental para evaluar el impacto de todo esto en nuestro microbioma y, según afirman sus autores, por primera vez se ha podido demostrar que los microplásticos producen una clara alteración en los microorganismos que viven en nuestro intestino. " Hemos hallado un impacto similar al de la depresión ", afirman los expertos.
El estudio simula las co