La noche cae. La Policía avanza entre el estruendo de consignas, sirenas y gritos. Al principio, algunos se resisten y empujan los vallados, mientras alguien flamea una bandera con una calavera. La violenta respuesta policial escala y hay algunos heridos hasta que la protesta comienza a dispersarse.

La escena ocurrió el 28 de septiembre en Lima, frente al Congreso de Perú. Pero se viene repitiendo desde el pasado 20 de septiembre. Los protagonistas: manifestantes de la Generación Z, jóvenes generalmente nacidos entre 1997 y 2012 que, cansados de la corrupción y el crimen organizado, decidieron pasar a la acción.

“Creo y siento que la sociedad estaba buscando esta oportunidad en la cual no solo los jóvenes, (sino también) el resto de los ciudadanos, saquen adelante esta iniciativa y que n

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