La palabrita de moda es cringe, pero hay que volver a las fuentes: lo que da es vergüenza ajena. También podría decirse que el payasesco espectáculo del Movistar Arena da risa, si no fuera porque el bufón principal es el responsable de hundir cada día más en la miseria a este pobre país. Pero al cabo lo que demuestra Javier Milei con su penosa performance escénica es -otra vez- su absoluta desconexión con la realidad. Como Aldo Rico allá lejos y hace tiempo intentando apropiarse de Los Fabulosos Cadillacs, el "primer mandatario" no entiende absolutamente nada del sentido original de las canciones que elige destrozar. Nunca entendió (difícilmente le interese) las convicciones de La Renga -no solo con "Panic Show"-, menos aún puede comprender qué sintetizó Charly García en "Demoliendo hote

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