El 6 de octubre de 2025, investigadores de la Universidad de California anunciaron un avance revolucionario en detección de enfermedades: un chicle con sensores moleculares que cambia de sabor al entrar en contacto con el virus de la influenza.
Desarrollado por un equipo liderado por la Dra. Elena Vasquez, el prototipo incorpora nanotecnología que libera compuestos aromáticos de tomillo (un antimicrobiano natural) solo si detecta proteínas virales en la saliva. Probado en 200 voluntarios, mostró una precisión del 92% en identificar gripe estacional en menos de 5 minutos de masticación. «Es como un test de embarazo, pero para virus: simple, privado y sin equipo», explicó Vasquez en una conferencia virtual.
El chicle, aún en fase experimental, podría comercializarse en 2026 a bajo costo, i