Hace 25 años México vivió su mayor transición democrática, un proceso en el que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió el poder; unos días antes, en ese aliento de avance, se estrenó Amores Perros (2000), película en la que el actor Gael García Bernal debutó en un largometraje y logró cumplir sus más “inimaginables sueños”.

“Mi vida no la entiendo sin Amores Perro’; me cambió completamente. Nunca lo hubiera imaginado, fue un sueño muy bonito (…) Es una película que le habló al mundo entero y con la que Latinoamérica depositó una identificación muy fuerte”, explica a EFE García Bernal con motivo del 25 aniversario de la emblemática cinta dirigida por Alejandro González Iñarritu.

A comienzos de siglo, miles de artistas mexicanos ejercían por primera vez la “libertad de expres

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