Brasil sigue siendo un destino predilecto para los argentinos, pero más allá de Río de Janeiro o Florianópolis, hay rincones que sorprenden por su tranquilidad y belleza intacta. Entre ellos, un pequeño pueblo con calles empedradas y casas coloridas se perfila como la escapada perfecta para quienes buscan playas hipnóticas y aguas cristalinas.
A poco más de 250 kilómetros de Río de Janeiro, Paraty despliega su magia: más de 50 playas rodeadas de montañas y selva atlántica , un mar sereno y un casco histórico que conserva el espíritu colonial. Sus callecitas invitan a perderse, mientras los balcones con flores y las fachadas pintadas de colores vivos generan un paseo casi pictórico.
Fundado en el siglo XVII, Paraty no solo es Patrimonio Histórico Nacional, sino que desde 2019 ostent