La psicología no vive de consignas ni de ideales, sino de la difícil condición humana. Su tarea: inventar un espacio mental para que alguien pueda negociar consigo mismo, para que las tensiones y el dolor no se vuelvan destino

-No se tiró, mamá. Se dejó caer -dijo entre sollozos.

Ese día mi hija vio a alguien lanzarse a las vías del metro.

Horas antes me había escrito una amiga periodista. Preguntaba si podía responder algo sobre los suicidios . “¿Qué está pasando? ¿Es por la primavera?”, me dijo. Pensé: sí, algo puedo decir. Se supone que la psicología está para hablar de asuntos difíciles. Lo primero: no digan que es estacional. El ser humano es más sugestionable de lo que cree. Lo segundo: cuidado con el modo de comunicarlo, porque el dolor psíquico es difícil de entender para quie

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