DEIR AL-BALAH, Gaza City (AP) — Cuando las bombas israelíes comenzaron a caer, Mohammad al-Najjar, su esposa y sus seis hijos huyeron de su casa en el sur de Gaza en plena noche, dispersándose aterrorizados junto a cientos de otros vecinos.
Cuando el polvo se asentó y Al Najjar se acurrucó con su familia en un refugio a millas de distancia, su hijo Ahmad, de 23 años, estaba desaparecido. Al amanecer, la familia buscó en hospitales cercanos y preguntó a los vecinos si lo habían visto.
No había rastro. Casi dos años después, todavía lo están buscando.
"Es como si la tierra se lo hubiera tragado", dijo Mohammad al-Najjar. Habló desde la tienda de la familia en Muwasi, junto a la costa sur de Gaza, su noveno campamento de desplazados desde aquella fatídica noche de diciembre de 2023.
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