Aunque la inteligencia artificial (IA) avanza a una velocidad de vértigo, las respuestas que ofrecen los chatbots de IA a los usuarios siguen sin ser infalibles. Los modelos conversacionales, aparentemente, lo saben todo de casi todo, pero lo cierto es que lo que dicen no siempre es fiable. Y además, un mismo chatbot no siempre va a responder igual a una misma pregunta.
Sistemas como ChatGPT, Grok o la vista creada con IA de Google generan sus respuestas basándose en probabilidades y en los datos de los que beben, así que cada vez que predicen un resultado , este puede ser distinto en redacción y en contenido . El peligro es que en esas diferencias se pueden colar datos incorrectos, descontextualizados y desinformación.
Modelo de lenguaje
¿Y por qué un chatbot d