La astronomía planetaria arrastraba un enigma desde hacía décadas, una de esas contradicciones que descolocan a los científicos. Las mediciones de agua en la atmósfera de Venus no cuadraban: las sondas que se adentraban en sus nubes registraban una cantidad de agua sistemáticamente superior a la que detectaban los sensores remotos desde la distancia. Era una persistente contradicción científica que no tenía una explicación clara, hasta ahora. De hecho, la cosmología moderna está llena de incógnitas, pues los científicos son conscientes de que y que aún quedan muchas preguntas por responder.
Pues bien, la solución a este rompecabezas no ha llegado de la mano de una nueva y sofisticada misión espacial, sino del lugar más inesperado: un archivo. El reanálisis de los datos de una vieja mis