La arepa nunca imaginó codearse con las artes plásticas, pero ella es tan persistente, versátil y abierta a todas las tendencias que, con una pequeña ayuda de sus amigos, artistas, cocineros criollos y extranjeros, se convierte en protagonista de mesas y en arte hecho postal.
Para lograr entrelazar las disciplinas artísticas y culinarias, Ximena Montilla Arreaza, cultora de la arepa intelectual, con varios libros sobre la historia del pan nuestro de cada día, decidió hacer otro, pero esta vez con una temática que trasciende lo evidente para entrar en el terreno de la filosofía, donde arte y arepa o arepa y arte, se conjugan perfectamente sin alterar el producto final de ambos, más bien lo enriquece.
Y para enriquecerlo, la dinámica Ximena convocó a las mejores entre las mejores: S