En el mundo del espectáculo, la historia entre Pampita y la China Suárez no termina nunca y el último gesto de la actriz fue algo que todos comentaron: dejó de seguir a la modelo en Instagram.
El de la China fue un movimiento sutil, pero con todo el peso simbólico del marketing digital. Pampita , por su parte, mantiene el seguimiento y eligió la indiferencia como mensaje. Ese contraste revela algo: la presentadora de TV no necesita reaccionar ante provocaciones.
Pampita tiene una marca personal que está cimentada en una coherencia que trasciende likes y disputas públicas. La polémica de su pasado —motorhome, críticas mediáticas, separaciones y reconciliaciones— le sirvió de lección para construir un estilo menos impulsivo y más estratégico y brillar a sus 47 años.
Eugenia, en cam