El Mundial Sub-20 de Chile se convirtió en el escenario de prueba del nuevo sistema de revisión de vídeo (FVS, por sus siglas en inglés), una versión simplificada del VAR que permite a los entrenadores apelar dos decisiones arbitrales por partido.

El recurso busca “democratizar el fútbol al introducir una tecnología de revisión en vídeo como opción complementaria” para torneos que no pueden costear el uso del VAR.

El FVS se diferencia del sistema tradicional porque no requiere cámaras especiales ni un grupo arbitral de apoyo, ya que las jugadas se analizan con imágenes de la transmisión televisiva.

Ahora los entrenadores tendrán la responsabilidad de solicitarle al árbitro las revisiones, aunque sólo en cuatro casos: si hubo gol o no, si hubo penal o no, en caso de tarjeta roja directa

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