No es la primera vez que Michael Smith pisa Argentina. A sus 19 años y como misionero de la Iglesias de Jesus Cristo de los Santos de los Ultimos Días, recorrió cada palmo del conurbano durante dos años, de Moreno a Gonzalez Catán.

Ahora a sus 49 años llegó como CEO de una de las reinas de las papas fritas en el mundo, Lamb Weston, que viene a dar la nota en una Argentina en la que l a inversión directa extranjera pasa de largo . Acaba de invertir US$ 300 millones en una planta en el parque industrial de Mar del Plata.

Smith asumió el último enero como CEO de la compañía con base en Idaho, Estados Unidos. Fue después de una larga carrera de 18 años en la compañía. Le explica a Clarín , que “la resiliencia de la gente de los barrios populares, su espíritu de sobrevivencia, y un tale

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