WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Donald Trump dijo el martes que estaba abierto a extender el acuerdo de libre comercio con México y Canadá a través de una renegociación o buscando “acuerdos diferentes” en su reunión con el primer ministro canadiense Mark Carney en la Casa Blanca.

La segunda visita de Carney a la Oficina Oval se produce antes de la revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que se efectuará el próximo año, y en un momento en que una de las alianzas más duraderas y amistosas del mundo se ha visto fracturada por la guerra comercial de Trump y las amenazas de anexión.

El acuerdo de libre comercio se promulgó durante el primer mandato de Trump, y permite que la mayoría de los bienes canadienses y mexicanos se envíen a Estados Unidos sin aranceles. Pero el mandatario republicano ha dejado claro desde su regreso al cargo que quiere remodelar la relación, y expresó ambivalencia sobre el proceso, pues piensa que él puede mejorar la posición de Estados Unidos.

“Podríamos renegociarlo, y eso sería bueno, o simplemente podemos hacer acuerdos diferentes”, expresó. “Se nos permite hacer acuerdos diferentes si queremos. Podríamos hacer acuerdos que sean mejores para cada país”.

Las declaraciones dejan entrever que Trump está dispuesto a dejar que persista la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo.

Carney llegó a la visita con la esperanza de encontrar algún alivio para aranceles específicos de distintos sectores. Existe temor en Canadá sobre lo que sucederá con el T-MEC, el cual es crucial para la economía canadiense. Más de tres cuartas partes de las exportaciones de Canadá van a Estados Unidos.

Trump mostró aprecio por Carney, algo que no hizo con el predecesor éste, Justin Trudeau, pero señaló que había un “conflicto natural” entre los dos países, un punto con el que el primer ministro discrepó educadamente.

“Queremos que a Canadá le vaya genial”, manifestó Trump. “Pero sabes, hay un punto en el que también queremos el mismo negocio”.

Cuando se le preguntó por qué Estados Unidos y Canadá no han logrado un acuerdo comercial, Trump respondió que es una situación complicada.

“Tenemos un conflicto natural”, comentó. “También tenemos amor mutuo”.

Carney dijo que él no lo llamaría “conflicto”.

“Hay áreas donde competimos, y es en esas áreas donde tenemos que llegar a un acuerdo que funcione. Pero hay más áreas en las que somos más fuertes juntos, y es en eso en lo que nos estamos enfocando”.

Las declaraciones de Trump sobre convertir a Canadá en el estado 51 y sus aranceles han hecho que los canadienses sientan una innegable sensación de traición. El martes, al inicio de sus declaraciones, el presidente estadounidense habló en broma de una “fusión” entre ambos países.

Las relaciones con el vecino y aliado de Canadá están en un punto bajo.

“Hemos tenido altibajos, pero este es el punto más bajo en las relaciones que puedo recordar”, comentó Frank McKenna, exembajador canadiense en Estados Unidos y actual vicepresidente de TD Bank.

“Hablo todos los días con ciudadanos comunes que cambian sus planes de vacaciones, y hablo con grandes empresarios que cambian sus viajes de negocios”, señaló McKenna. ” Hay una rebelión abierta”.

Carney ha dicho que el T-MEC es una ventaja para Canadá en un momento en que está claro que Estados Unidos está cobrando por el acceso a su mercado. El mandatario canadiense ha afirmado que el compromiso de Estados Unidos con el núcleo del acuerdo significa que más del 85% del comercio entre Canadá y Estados Unidos sigue libre de aranceles. Añadió que la tasa promedio de aranceles de Estados Unidos sobre los productos canadienses es del 5,6% y sigue siendo la más baja entre todos sus socios comerciales.

Pero Trump ha aplicado a Canadá algunos gravámenes por sector, conocidos como aranceles de la Sección 232, que están teniendo impacto. Hay aranceles del 50% sobre las importaciones de acero y aluminio, por ejemplo.

Después de la reunión, Dominic LeBlanc, el ministro responsable del comercio entre Canadá y Estados Unidos, describió las conversaciones como “exitosas” y “positivas” en materia comercial, aunque señaló que continuaría el diálogo. Aseguró que Canadá buscaba cerrar un acuerdo rápidamente en torno al acero y el aluminio.

El vicepresidente estadounidense JD Vance fue anfitrión de Carney para una cena el martes por la noche, según un funcionario al tanto del asunto que habló bajo condición de anonimato al no estar autorizado para tocar el tema públicamente.

Los lazos entre los dos países no tienen igual. Aproximadamente 2.500 millones de dólares (casi 3.600 millones de dólares canadienses) en bienes y servicios cruzan la frontera cada día. Canadá es el principal destino de exportación de 36 estados de Estados Unidos. Existe una estrecha cooperación en defensa, seguridad fronteriza y aplicación de la ley, y una vasta superposición en cultura, tradiciones y pasatiempos.

Aproximadamente el 60% de las importaciones de petróleo crudo de Estados Unidos provienen de Canadá, y el 85% de las importaciones de electricidad de Estados Unidos son también de su vecino del norte.

Canadá también es el mayor proveedor extranjero de acero, aluminio y uranio para Estados Unidos y cuenta con 34 minerales y metales críticos que el Pentágono está ansioso por obtener e invertir en ellos por razones de seguridad nacional.

“El premio mayor sería obtener un acuerdo mutuo para negociar lo más rápido posible la relación de libre comercio”, dijo McKenna. “Si Estados Unidos nos amenazara con el aviso de seis meses de terminación, creo que representaría un profundo enfriamiento en toda América del Norte”.

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Chris Megerian, periodista de The Associated Press en Washington, contribuyó a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.