Ronald Araújo no ha sido capaz de aprovechar la fantástica oportunidad que se le presentó en el Barça con la marcha de Íñigo Martínez. Cuando se confirmó la salida del central vasco con dirección al Al-Nassr de Arabia Saudí, todo el mundo coincidió en señalar al ‘4’ como el gran beneficiado, pues esto le permitiría tener la ocasión de reivindicarse, y de demostrar que todavía estaba preparado para ser importante en las alineaciones.
Después de un verano en el cual Joan Laporta y Deco trataron de encontrarle un comprador de forma desesperada, pero no apareció ningún pretendiente, optaron por retenerlo en el Camp Nou. Porque los problemas económicos no permitían traer a un nuevo crack para el eje de la retaguardia, y apostaron por darle una reválida al internacional uruguayo, quien n