Juegos de poder
En una de las escenas del estupendo documental “PRI: Crónica del fin” de Denise Maerker, Diego Fernández de Cevallos le dice a la periodista que el PRI es inmortal. Denise se sorprende y le pregunta por qué. El panista, con la viveza que lo caracteriza, le responde que lo único que hicieron los priistas fue cambiarse de chaquetita a una moradora. En otras palabras, que Morena es la reencarnación de aquel partido hegemónico que gobernó México por más de 70 años.
Cuando vi el evento de la celebración del primer año de Gobierno de la Presidenta el domingo pasado en el Zócalo capitalino, no pude más que acordarme de la aseveración sobre la inmortalidad del PRI de Fernández de Cevallos. Ahí estaba, en vivo y a todo color, la práctica priista del acarreo para apoyar -con bander