Durante décadas, tener unos dientes blancos era sinónimo de éxito, belleza y bienestar. Sin embargo, según expertos consultados por The Telegraph, una sonrisa completamente blanca no siempre es sinónimo de salud, bajo una apariencia impecable pueden esconderse caries, inflamaciones o problemas en las encías que pasan desapercibidos.

“El blanco perfecto no es el color natural de los dientes. La tonalidad ideal es un blanco cálido con matices amarillentos o rojizos”, explicó la odontóloga Jana Denzel.

De acuerdo con la Cleveland Clinic, el color dental varía por causas naturales como el envejecimiento que deja expuesta la dentina amarilla, pero también por el consumo de café, té, vino tinto, tabaco, ciertos medicamentos o enfermedades sistémicas.

En otras palabras, el tono de tus dientes

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