Dos años después del ataque de Hamás contra Israel, que el 7 de octubre de 2023 dejó 1.200 personas asesinadas y 251 secuestradas, la Franja de Gaza se encuentra en ruinas. Lo que comenzó como una ofensiva israelí en respuesta al asalto terrorista, se ha convertido en una guerra sin freno que ha arrasado hospitales, escuelas, viviendas y vidas civiles, dejando cifras que organismos internacionales califican como una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI.
Según datos del Ministerio de Sanidad de Hamás y la Autoridad Palestina, verificados por la ONU, al menos 67.160 palestinos han sido asesinados en Gaza y 1.048 en Cisjordania, de los cuales unos 20 mil eran menores de edad. Mil de ellos no alcanzaron a cumplir su primer año de vida. En promedio, cada hora han muerto entre tres y