No es domingo ni misa de doce y tampoco va a salir La Macarena como cada madrugá chicharrera de Jueves Santo. Sin embargo, en la iglesia matriz de La Concepción , en la céntrica calle de La Noria , hay un inusual trajín de feligreses .

«Son colaboradores de la parroquia», hace constar el sacristán, Ángel Jorge Hernández , que pone en valor el trabajo desarrollado de forma desinteresada.

«Llevamos trabajando y preparando la visita de la Virgen de Candelaria desde hace más de seis meses».

Del taller al templo

A la puerta del templo, Paco Cortés , capataz del paso de La Macarena , recuerda como quien dobla turno la odisea en la que se convirtió la noche anterior el traslado del baldaquino de la Virgen del Carmen , de Los Realejos, hasta colocarlo en la plancha de Grúas Cu

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