Habitantes del bloque 13 de la UD-17 de Caña de Azúcar, en el municipio Mario Briceño Iragorry, denunciaron la grave problemática que enfrentan desde hace más de un año en la avenida Ramón Narváez, donde las aguas servidas y residuales desembocan en un terreno baldío adyacente a la comunidad, generando focos de contaminación, malos olores y socavones que ponen en riesgo el tránsito vehicular.
Diego Perdomo Leiva, vecino afectado, señaló que la acumulación de aguas negras ha convertido la zona en «un tanque de aguas hervidas grandísimo» que además amenaza con hundir parte de la vía.
«Esto nos afecta directamente, los olores son insoportables, hay personas con asma, con alergias y también hemos tenido casos de dengue. Queremos hacer un llamado a Hidrocentro para que atienda esta situación