El drama de los transportistas se torna cada vez más complejo, bajo el acecho de la criminalidad desbordada que amenaza con quitarles todo.
Las penurias del sector se agravan ante la constatación de que las salidas a la crisis se cierran, con un Gobierno inerte ante el avance delincuencial, y con otros estamentos que se ven involucrados por la gravedad del problema.
Uno de estos es el sistema financiero que, en su rol primigenio de proteger los recursos de los ahorristas que luego intermedia y distribuye entre los agentes económicos que los requieren, empezó a restringir los préstamos a ese sector clave de la sociedad.
Así, los bancos redujeron los préstamos a las empresas de transporte a S/ 16, 979 millones a agosto, monto menor en S/ 551 millones al de un año atrás , según datos