
El empresario catalán José Elías, conocido por su meteórica expansión en el sector energético y su apuesta por la diversificación industrial, ha intentado en las últimas semanas rearmar su ofensiva para hacerse con el control de OHLA . Según fuentes próximas a las negociaciones, Elías habría tratado de convencer a varios de sus colegas del ámbito energético y financiero para que participaran en una nueva entrada coordinada en el capital de la constructora, con el objetivo de desbancar a los hermanos Amodio, actuales accionistas de referencia.
Su plan pasaba por una operación de refuerzo de capital en la que, de manera indirecta, buscaba diluir el peso de la familia mexicana y recuperar influencia en la compañía, tras su fracaso en la última junta de accionistas. Una operación que no llegó a plantearse en términos financieros porque desde ambas energéticas, inmersas en sus propios procesos de expansión, se negaron a realizar ningún movimiento.
Elías lleva desde hace meses tratando de reabrir la batalla por el control de OHLA tras haber perdido terreno frente a los Amodio, que lograron blindar su posición en el consejo y asegurarse el apoyo de la mayoría del accionariado institucional. En su entorno aseguran que el empresario ha mantenido contactos discretos con varios grupos inversores con intereses en el sector energético e industrial para sumar fuerzas en un eventual aumento de capital que le permita “reconstruir la compañía desde dentro”.
Un nuevo intento tras el revés
La ofensiva de José Elías llega después de que su intento de reorganizar el poder interno en OHLA se viera frustrado en la última junta general, celebrada el pasado julio. En esa reunión, los hermanos Amodio (Luis y Mauricio) revalidaron su posición con un amplio respaldo de los accionistas, pese a la campaña del empresario catalán para aglutinar a los minoritarios bajo el lema «Make OHL Great Again» , con el que buscaba movilizar apoyo en torno a un proyecto alternativo de gestión.
José Elías, que controla su participación en OHLA a través del grupo Audax, había intentado que los pequeños inversores aportaran nuevo capital para equilibrar el peso del accionariado frente al bloque mexicano. Sin embargo, la estrategia no logró el efecto esperado: los Amodio consolidaron su control y se comprometieron ante el mercado a aportar hasta 20 millones de euros adicionales para reforzar la posición de caja del grupo, un gesto que desactivó buena parte de la crítica interna.
Fuentes del entorno de la constructora confirman que, pese a la derrota, Elías no ha desistido. Su objetivo pasa por articular una alternativa empresarial con músculo financiero suficiente para disputar la influencia de los Amodio, en un momento en que OHLA necesita una nueva inyección de confianza por parte de los mercados y los fondos internacionales.
Las eléctricas, el as bajo la manga
En este contexto, el empresario catalán ha intentado recabar el apoyo de inversores vinculados a grandes grupos energéticos y financieros con los que mantiene relaciones empresariales previas. La idea es que estos socios estratégicos participen en una operación conjunta que permita modificar el equilibrio interno del accionariado, otorgando mayor peso a los minoritarios y reduciendo la hegemonía de los Amodio.
José Elías ha defendido públicamente en distintas ocasiones que OHLA debe recuperar “el espíritu industrial y nacional” que, a su juicio, se ha diluido con la entrada de los hermanos mexicanos. En su visión, el grupo necesita un nuevo impulso gestor que priorice la rentabilidad de los proyectos y el saneamiento de la deuda, frente a la política de “resistencia” que atribuye al actual consejo. Por ello, ha intentado implicar a inversores institucionales españoles con una visión a medio y largo plazo, más orientada a la recuperación del valor bursátil que al mero control accionarial.
Sin embargo, según confirman fuentes del mercado, las conversaciones no habrían prosperado. La incertidumbre sobre el futuro del grupo, unido a la fortaleza que los Amodio mantienen sobre la estructura del consejo y la tesorería, habría frenado a los potenciales socios, que consideran que una operación de este tipo sería demasiado arriesgada sin un plan financiero claro y una hoja de ruta de gestión acordada con la actual dirección. Y a todo esto habría que sumar que la operación, internamente para una de las energéticas, «no tenía sentido estratégico alguno».
Los Amodio blindan su posición
Mientras tanto, los hermanos Amodio siguen reforzando su control sobre OHLA. En declaraciones a OKDIARIO , fuentes cercanas al grupo mexicano descartaron cualquier problema de liquidez y aseguraron que están comprometidos con la estabilidad y el crecimiento de la empresa, a la que consideran “en el camino correcto” tras varios ejercicios de pérdidas.