Miami. Después de los actos llevados a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ( ICE ) en Los Angeles , California, donde hubo masivas muestras sociales en contra de las detenciones sin ordenes judiciales, pero especialmente por el nivel de violencia, Donald Trump ha colocado ahora, en el centro de su persecución gubernamental, a Chicago y otras áreas de Illinois con una amenaza que se mueve entre lo legal y lo político: invocar l a Ley de Insurrección para imponer, por la fuerza, lo que define como “una fuerte presencia” federal en una ciudad que su propia administración describe como “zona de guerra” .
Desde la sala de máquinas de la Casa Blanca , la idea es sencilla y contundente: si las protestas, los cercos a instalaciones federales y las “obs