Observando con dolor y tristeza lo que pasa en el país, se puede pensar que estamos inmersos en una película de humor negro, en la que quien, hace algo más de tres años, juró defender la democracia hoy intenta llevar a los hijos de la patria a morir por causas ajenas, en el Medio Oriente, en lugar de actuar sobre nuestro propio territorio para imponerse a los facinerosos que, a diario, cubren de sangre inocente nuestra nación mientras ‘protegen’ las rutas del narcotráfico o disputan con otros bandidos el dominio de los cultivos de coca y las zonas de minería ilegal.

El país ha perdido el control estatal en varias regiones donde los terroristas han sometido, por la fuerza, a la población y desde las que promueven asonadas contra la Fuerza Pública, asesinan soldados, policías y población ci

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