CIUDAD DE MÉXICO (apro).-A 57 años de la masacre de Tlatelolco, la marcha conmemorativa en la Ciudad de México volvió a convertirse en algo más que un acto de memoria, fue también un espacio donde convergen distintas luchas sociales, entre ellas la de las madres buscadoras que reclaman justicia por los más de 135 mil desaparecidos en el país.
Este año, marcharon también contingentes de solidaridad con el pueblo palestino, que enfrenta la ofensiva militar del gobierno israelí, encabezado por Benjamín Netanyahu, en la Franja de Gaza; así como los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014. Tres luchas distintas, pero unidas en la denuncia de la violencia, la impunidad y la represión del Estado.
En particular, el caso Ayotzinapa ocupó un lugar central, con uno de los c