Alemania ha puesto en marcha el Missile Firing Exercise (MFE), su mayor maniobra naval en tres décadas. El adiestramiento, que se prolongará hasta el 30 de octubre, llega en un momento de alta tensión con Rusia y de continuas alertas sobre drones y violaciones del espacio aéreo en Europa.
Berlín, que ya ensayó en septiembre el escenario Red Storm Bravo con un despliegue de emergencia de la OTAN sobre Hamburgo, acelera así su preparación para operaciones de alta intensidad.
El MFE tiene lugar frente a la isla noruega de Andøya , dentro del Círculo Polar Ártico, un entorno autorizado para fuego real y alejado del tráfico civil. La Bundeswehr explica que el objetivo es practicar con “sistemas de armas complejos”, misiles, torpedos y artillería, en condiciones “ casi reales ”,