El responsable de Anka Demoliciones , una de las empresas que trabajaba en la reforma del edificio que se derrumbó parcialmente el martes en Madrid y en el que murieron cuatro personas , ha explicado que había unas 40 personas trabajando en la obra y ha defendido que, por los datos que está recabando, se trató de un accidente y no de una negligencia .

Daniel, CEO de la empresa, ha apuntado a preguntas de los periodistas que en el momento en el que cedió un forjado "se supone" que había "más de cuarenta" trabajadores , y al ser preguntado sobre si la tragedia podría haber sido mayor ha respondido que habría sido así "sobre todo si hubiese habido una negligencia, que no es el caso".

Ha incidido, según recoge EFE, en que se trató de "un accidente en una zona donde no s

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