La madrugada sorprendió a los vecinos de Pucallpa con un diluvio que transformó la rutina en emergencia. En menos de una hora, las calles de Callería , uno de los distritos más poblados de Ucayali, quedaron convertidas en ríos improvisados. El nivel del agua alcanzó hasta 50 centímetros en algunas zonas, ingresando sin piedad a las viviendas y forzando a los moradores a salvar lo poco que podían: refrigeradoras sobre sillas, mototaxis sostenidos por maderas y familias enteras retirando agua con baldes.
La escena, repetida año tras año, refleja un problema estructural: la vulnerabilidad urbana frente a lluvias intensas y la precariedad del sistema de drenaje. La falta de planificación urbana convierte cada tormenta en un desastre anunciado.
Calles convertidas en ríos
De acuerdo con