La desesperación de Reyes Rigo y el agotamiento tras una semana de arresto y varios días ya en prisión, que se han prorrogado hasta el próximo 10 de octubre, quedaron patentes en su aparición este miércoles ante un tribunal de Be'er Sheva, que dictaminó la prórroga de su retención por espacio de tres días más, acusada de propinar un mordisco a una funcionaria de prisiones. Acusaciones que la activista mallorquina de la Global Sumud Flotilla, una de las tres embarcadas y la única que no ha sido deportada, niega de manera rotunda, afirmando que actuó en defensa propia tras la agresión por parte de los guardias. Un episodio que recordaron las otras dos isleñas de la flotilla, Lucía Muñoz y Alejandra Fernández, quienes aseguran que Rigo actuó en defensa de una compañera, agredida por los guard

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