Madrid
La Universidad Complutense se ha personado en la pieza principal abierta contra Begoña Gómez por su actividad profesional vinculada a esta institución. El juez ya le indicó que debía asistir el pasado lunes al trámite para transformar el sumario a la ley del jurado.
En esa diligencia, un representante anunció que si se acredita que la mujer del Presidente del Gobierno se apropió del software que se elaboró para su cátedra o de alguna marca vinculada a la universidad, reclamarían por el perjuicio económico ocasionado. Ahora han plasmado ese anuncio en un escrito remitido a Juan Carlos Peinado.
El instructor atribuye los delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, intrusismo y apropiación indebida de marca a Begoña Gómez, su asistente y el empresario, Carlos Barr