Cuando aún faltan pocas semanas para que termine este año, hay un juego que ha conseguido atraer a miles de aficionados en Perú y se ha convertido en el gran ganador de 2025: el baccarat. Este juego de cartas, envuelto en un aura de sofisticación y exclusividad, a menudo asociado con casinos de lujo y escenas cinematográficas de alto espionaje, ha trascendido su nicho para convertirse en un fenómeno de masas en el país. Su crecimiento no ha sido explosivo, sino más bien un ascenso constante y refinado, impulsado por la proliferación de torneos en línea que han permitido a miles de peruanos descubrir sus sencillas reglas y su emocionante dinámica, muy alejada de la complejidad que muchos le atribuían erróneamente.
Este crecimiento responde a una búsqueda por parte de los jugadores de exper