

LA PAZ, Bolivia (AP) — Por cuarta vez en su vida, Jorge “Tuto” Quiroga intentará el próximo domingo alcanzar la presidencia de Bolivia por el voto directo con su promesa de aplicar un “plan de salvataje” que saque al país andino de la peor crisis económica en 40 años.
Para ello el candidato de derecha deberá atraer a los sectores populares que en la primera ronda se volcaron por el centrista Rodrigo Paz —su rival en el inédito balotaje— luego de que la lucha interna dejara al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) sin un candidato de consenso.
Algunos votantes dicen que en segunda vuelta tendrán que escoger entre el menos malo.
"Yo votaré por ‘Tuto’, no porque crea en él sino porque creo que está mejor preparado y la crisis hay que resolverla ya”, dijo a The Associated Press Mirian Chávez, una estudiante de arquitectura de 24 años.
Formado como ingeniero y administrador de empresas en universidades de Estados Unidos, tras su paso por la multinacional IBM comenzó una carrera pública bajo la tutela de Hugo Banzer, dictador boliviano entre 1971 y 1978 que años después abrazó la democracia al punto de postularse a la presidencia, la cual asumió en 1997 con Quiroga como vicepresidente.
Banzer dejó el cargo un año antes de concluir su mandato tras ser diagnosticado con cáncer y “Tuto” lo sucedió de forma interina entre 2001 y 2002.
En 2005, 2014 y 2020 volvió a postularse pero no logró vencer a los candidatos del MAS: el expresidente Evo Morales (2006-2019) y el saliente Luis Arce.
En 2010 fue enjuiciado y condenado a más de dos años de prisión por difamar a un banco estatal gestionado por el gobierno de Morales, al que señaló de ser "la lavandería de recursos chavistas, de corrupción y de dinero mal habido”. No fue a la cárcel por tratarse de una pena menor.
Seis años después fue procesado por presuntas irregularidades en la firma de contratos petroleros durante su mandato interino, pero fue amnistiado. En su defensa Quiroga afirmó que había gestionado inversiones extranjeras que permitieron el hallazgo de un exitoso pozo gasífero.
“Tuto” alentó el ascenso a la presidencia de la senadora Jeanine Áñez tras la crisis política de 2019 que llevó a Morales a dimitir en medio de un estallido social luego de las elecciones presidenciales que alegó haber ganado y que fueron consideradas fraudulentas.
Quiroga, sin embargo, se mantuvo alejado del gobierno de Áñez, quien estuvo menos de un año en el poder.
Lo que un día lo alejó de los votantes por su fuerte discurso anti-Morales y su mirada conservadora de la economía, hoy le ha dado oxígeno político.
El candidato propone un “cambio radical” que permita sellar acuerdos de libre comercio, alentar la inversión extranjera y “dejar de estar sumisamente alineados a las tres tiranías trogloditas totalitarias regionales: Venezuela, Cuba y Nicaragua”.
El “plan de salvataje” que “Tuto” pregona conllevaría eliminar el costoso subsidio a los carburantes, terminar con el déficit fiscal acudiendo al Fondo Monetario Internacional para obtener un fondo de estabilización, recortar el gasto público y cerrar las empresas estatales deficitarias.
“Nunca hemos tenido una crisis tan dura en 40 años”, sostuvo Quiroga en una entrevista con AP. “Bolivia le dijo basta a dos décadas de gastadera, robadera y saqueo. La segunda vuelta es otra elección, la gente escucha propuestas y nuestra agenda es de cambio radical”, agregó.
Según diversos sondeos, para el 80% de los bolivianos la principal preocupación es la crisis económica, caracterizada por la escasez de combustible, la escalada del precio de los alimentos y la falta de empleo.
Bolivia, que por décadas vivió del auge del gas exportado a Brasil y Argentina, sufre ahora un profundo desabastecimiento de combustibles que el Estado compra y subsidia en un 50%, afectando sus ingresos y escasas reservas.
Quiroga dijo a AP que, de llegar al poder, buscaría un acercamiento con Estados Unidos, con el que las administraciones de Morales y Arce han mantenido unas frías relaciones. En 2008, el entonces gobierno de Morales expulsó al embajador de Estados Unidos y posteriormente a la agencia antidrogas de ese país acusándolos de espionaje.
El neoliberal lleva como acompañante de fórmula a Juan Pablo Velasco, un joven emprendedor digital de 38 años que proviene de la pujante burguesía de Santa Cruz, la rica región agroindustrial del oriente del país.
“No veo propuestas claras, pero Tuto se acerca, no lo veo improvisado”, aseguró Rosmery Huanca, de 37 años y vendedora de materiales de construcción en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz.