**Trump ignora a Bad Bunny, pero su elección genera controversia**

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su desconocimiento sobre el artista puertorriqueño Bad Bunny, quien será el protagonista del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026, programado para el 8 de febrero en Santa Clara, California. En una entrevista con Newsmax, Trump afirmó: "Nunca he escuchado hablar sobre él. No sé quién es. No sé por qué lo hacen... Es una locura". Esta declaración se produce en un contexto donde la elección de Bad Bunny ha desatado una ola de críticas entre los seguidores del movimiento MAGA.

La NFL, que organiza el evento, ha encargado la producción del espectáculo a Roc Nation, de Jay-Z, con el patrocinio de Apple. La elección de Bad Bunny, un artista que ha criticado abiertamente a Trump y ha respaldado a la vicepresidenta Kamala Harris, ha sido vista como un desafío para el movimiento conservador. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, también se pronunció sobre el tema, advirtiendo que los agentes de ICE estarán presentes en el Super Bowl para garantizar la seguridad, y enfatizó que solo los estadounidenses que "cumplen con la ley" deberían asistir.

La NFL no vende boletos directamente para el Super Bowl; estos son distribuidos a los equipos de la liga y se pueden encontrar en la reventa, con precios que oscilan entre 7,000 y 37,000 dólares. La elección de Bad Bunny ha generado un debate sobre la inclusión y la representación de la comunidad hispana en eventos de gran visibilidad como el Super Bowl.

Bad Bunny, conocido por su música en español y su influencia global, ha evitado realizar conciertos en Estados Unidos continental debido a preocupaciones sobre redadas de inmigración. Su presencia en el Super Bowl podría atraer la atención de millones de votantes potenciales, especialmente del electorado puertorriqueño, que ha crecido significativamente en los últimos años. Desde 1917, los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses y pueden votar en las elecciones presidenciales si residen en el territorio continental.

El impacto de Bad Bunny va más allá de la música; su éxito en Puerto Rico, donde realizó 31 conciertos, ha inyectado cientos de millones de dólares a la economía local y ha despertado un sentido de orgullo entre los boricuas. La controversia en torno a su actuación en el Super Bowl refleja las tensiones políticas actuales y el desafío que representa para el movimiento MAGA, que se enfrenta a un electorado hispano cada vez más influyente en el panorama político estadounidense.