La falta de acuerdos entre republicanos y demócratas en el Congreso de Estados Unidos sobre el presupuesto federal derivó en un cierre de actividad del gobierno desde el 1 de octubre, hecho que si bien se consideraba posible sigue generando incertidumbre por la estabilidad institucional de la mayor economía del mundo, reflejándose en la demanda de activos de refugio como el oro.
El debate en el Congreso estadunidense para autorizar el presupuesto federal se centra especialmente en temas de salud, migración y recortes a programas sociales. Los demócratas exigían la renovación de subsidios de salud para inmigrantes indocumentados, subsidios médicos y el tamaño de la administración pública, mientras Trump amenazaba con usar el cierre para reducir el aparato gubernamental y despedir empleados