El Feng Shui es una antigua filosofía china dedicada a armonizar los espacios y el flujo de energía vital (Chi); otorga un papel esencial a los aromas y perfumes , pues lejos de ser un simple detalle sensorial, el olor es un componente poderoso e invisible con capacidad de limpiar, equilibrar o activar la energía de los ambientes y de las personas.

Para este sistema milenario, los aromas tienen diversas funciones: las esencias naturales ayudan a eliminar energías densas o estancadas, generando sensación de paz y renovación; de igual manera, cada fragancia tiene una vibración diferente. Por ejemplo, los cítricos despiertan la vitalidad, la canela se asocia con la prosperidad; el jazmín o la lavanda se usan en los dormitorios porque contribuyen a conciliar el sueño; el romero o la menta

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