A primera hora de este jueves, la Plaza de los Rehenes, en el centro de Tel Aviv, se convirtió en un estallido de emociones desbordadas. Las familias de los rehenes israelíes celebran con júbilo su próxima liberación.

"¡Matan vuelve a casa!" , gritó Einav Zangauker, uno de los rostros más conocidos de la campaña de dos años por liberar a los cautivos, refiriéndose a su hijo. Con los brazos alzados al cielo, exclamó "¡Gracias!", mientras simpatizantes, familiares y rehenes liberados llenaban la plaza.

Einav Zangauker, madre del rehén Matan Zangauker, sostiene un cartel con un poema que pide el regreso de todos los rehenes. Foto: REUTERS/Ronen Zvulun

"Quiero olerlo. Si tengo un sueño, es ver a Matan dormir en su cama ", agregó en diálogo con la prensa.

Tras el secuestro de sus seres

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