Donald Trump no disimula su ambición: quiere ganar el Premio Nobel de la Paz . El expresidente estadounidense ha hecho de esa meta una campaña pública y sin precedentes, asegurando que sería “una gran ofensa” si no lo recibe. Pero en Oslo, donde el comité noruego decidirá el ganador, predomina el escepticismo.
Expertos en relaciones internacionales consideran que las presiones abiertas del magnate van en contra del espíritu del galardón. “Decir constantemente ‘yo merezco el premio’ no es un gesto muy pacífico”, señaló Nina Graeger , directora del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo. Aunque en el pasado algunos gobiernos impulsaron discretas campañas, como Corea del Sur en 2000, la estrategia de Trump es más ruidosa y personal.
El expresidente sostiene que su papel en la p