No es un autor de consenso, ni siquiera el más conocido, pero sí uno de los que atesora un sustantivo propio. Territorio, el suyo, de belleza o de terror… o de lo que sea. Que no finge emociones, las invoca. Algo casi impensable. El escritor húngaro no ha dejado de recibir elogios por parte de la crítica internacional y su producción literaria ha sido traducida a cerca de cuarenta idiomas. Bravo por un autor panóptico, en el que todas las melodías confluyen en un mismo ritmo tonal: los derechos humanos…. Y no accesible para cualquier lector. La agógica emocional es el arte de modular sutilmente el ritmo y el tempo en la interpretación musical para expresar emociones y conectar humanamente con el oyente.
El autor escribe con esa misma respiración irregular, con un pulso que se dilata y s