"Son sitios diferentes; aquí no veo ninguna playa cerca", con esa gracia comparaba Dylan Osetkowski a Belgrado con Málaga . Parte de la personalidad del californiano, que durante su etapa en el Unicaja siempre celebró el entorno malagueño por el parecido a su San Diego natal. "Ya me he acostumbrado a esta ciudad, la gente es genial", añadía Osetkowski cuando se le cuestionaba por su adaptación a Belgrado, ciudad que respira baloncesto pero con una vida muy diferente a la malagueña. "Tengo sentimientos encontrados. Málaga ocupa el tercer lugar para mí, después de Texas y la universidad, porque es el lugar donde he vivido más tiempo desde los 17 años", decía semanas atrás el californiano, jugando la Euroliga con Partiza, su sitio por dimensión y un ejemplo de lo que pretende el Uni

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