
El 9 de octubre es un día especial en el calendario de la Comunitat Valenciana , no solo porque es la fecha marcada para celebrar la fiesta autonómica , sino también porque se fusiona con una tradición que fusiona historia con la degustación de unos dulces que se regalan entre parejas enamoradas o entre familiares que se aprecian.
Hablamos del día de los enamorados valencianos que tiene lugar también cada 9 de octubre en honor a Sant Donís , lo que sería el equivalente de San Valentín para la región valenciana, y que viene acompañada de la degustación de unos dulces típicos que son elaborados por hornos y pastelerías de la ciudad y su área metropolitana.
Qué es la ‘mocadorà’ o ‘mocaorà’, la tradición dulce del 9 de octubre
Así, en el día de los enamorados valencianos es tradicional que las parejas se regalen lo que se conoce como ‘mocadorà’ o ‘mocaorà’ que es un conjunto de figuras de mazapán que son una especie de trampantojo de frutas y hortalizas que se envuelven con un pañuelo, de donde procede su nombre, al ser este ‘mocador’ en valenciano.
Esta tradición dulce da lugar a vistosas bandejas de figuritas de mazapán que se decoran con diferentes colores y relieves y que son las protagonistas de las pastelerías de Valencia en la cercanía de la fecha y en la misma, que suele ir acompañada también con dos figuras más que tienen su propia historia.
Se trata de dos figuras grandes llamadas ‘piuleta’ y ‘tronador’ que simulan dos petardos que enlazan con la tradición de pirotecnia unida a la conmemoración de Sant Donís y el nou d’octubre, y que, además, también se suele relacionar con los órganos sexuales tanto masculinos como femeninos por su forma y por llevar el nombre que reciben de forma coloquial estos en valenciano.
La ‘mocadorà’: una muestra de la tradición local de Valencia
La ‘mocadorà’ se inició como una tradición de gastronomía ligada a la conmemoración de esta fecha entre las clases más altas, que se podían permitir el consumo de dulces, mientras las clases más bajas se conformaban con gachas.
A partir del siglo XIX, la tradición dulce de la ‘mocaorà’ comenzó a ampliarse y ser copiada por los que querían emular a los de clase alta, siendo habitual entre las pastelerías de Valencia y alrededores desde entonces, como una representación de productos vegetales tradicionales de la huerta valenciana.
Esta bandeja, además, pasó de servirse en una pieza de plata a hacerse en una de cerámica de Manises , con lo que se marcaba lo local de la tradición, a lo que se puede unir que se sirvan las diferentes figuras de mazapán dentro de un pañuelo fallero, a cuadros, aunque esto no es obligatorio.
En los últimos años, la ‘mocadorà o ‘mocaorà’ se ha convertido en un aliciente dentro del Concurso de escaparates de pastelerías de Valencia que promueve el Gremio de Panadería y Pastelería de la localidad y sus alrededores.